lunes, 30 de noviembre de 2009

Las elecciones ilegales en Honduras y la hipocresía de Washington

Eva Golinger

“¿Qué vamos a hacer?, ¿quedarnos sentados durante cuatro años y simplemente condenar el golpe?” –declaraciones de un alto oficial del Departamento de Estado en Washington ayer.

Las verdaderas divisiones en América Latina –entre la justicia y la injusticia, democracia y dictadura, derechos humanos y derechos de corporaciones, poder popular y dominación imperial– nunca han sido tan visibles como hoy. Los movimientos de los pueblos por toda la región para transformar sistemas corruptos y desiguales que han aislado y excluido a la mayoría de las naciones latinoamericanas, hoy están tomando con éxito el poder de forma democrática y construyendo nuevos modelos basados en la justicia económica y la justicia social. Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador están en la vanguardia de estos movimientos, mientras que otras naciones, como Uruguay y Argentina, se están moviendo a paso un poco más lento hacia el cambio.

Históricamente, la región ha estado plagada de una injerencia brutal de Estados Unidos, la cual ha buscado a toda costa dominar y controlar los recursos estratégicos y naturales de este territorio abundante. Con la excepción de la desafiante revolución cubana, Washington logró instalar regímenes títeres por toda América Latina a finales del siglo XX. Cuando Hugo Chávez ganó la presidencia en 1998 y la revolución bolivariana comenzó a florecer, el balance del poder y el control imperial sobre la región se debilitaban. Ocho años del gobierno de George W. Bush trajeron de nuevo los golpes de Estado a la región, en Venezuela en 2002 contra el Presidente Chávez y en Haití en 2004 contra el Presidente Aristide. El primero fue derrotado por una insurrección popular masiva del pueblo, y el segundo logró secuestrar y derrocar a un presidente que ya no convenía a los intereses de Washington.

A pesar de los esfuerzos de la administración de Bush para neutralizar la expansión de revolución en América Latina por medio de golpes, sabotajes económicos, guerra mediática, operaciones psicológicas, intervención electoral y un incremento en la presencia militar, naciones justo a la frontera estadounidense, como Honduras, El Salvador y Guatemala eligieron presidentes con tendencias izquierdistas. La integración latinoamericana se consolidó con UNASUR y ALBA, y las garras del poder de Washington comenzaron a desaparecer.

Henry Kissinger dijo en los años setenta: “si no podemos controlar a América Latina, ¿cómo vamos a dominar al mundo?”. Esta visión imperialista está muy vigente hoy. La presencia de Obama en la Casa Blanca fue vista de forma errónea por muchos en la región como un señal de un final a la agresión estadounidense en el mundo, y especialmente aquí, en América Latina. Por lo menos, muchos pensaban que Obama disminuiría las crecientes tensiones con sus vecinos en el sur. Por cierto, el mismo, el nuevo presidente de Estados Unidos, hizo alusiones a tales cambios.

Pero ahora, la estrategia del “Smart Power” (poder inteligente) de la administración de Obama ha sido desenmascarada. Los abrazos, intercambios de manos, sonrisas, regalos y promesas de “no más intervención” y “una nueva era” realizadas por el Presidente Obama mismo ante los líderes de las naciones latinoamericanas durante la Cumbre de las Américas en Trinidad en abril pasado, se han convertido en cínicos gestos de hipocresía. Cuando Obama llegó al poder, la reputación de Washington estaba decayendo. Los intentos débiles de “cambiar” la relación Norte-Sur en las Américas han resultado en una situación peor, reafirmando que la visión de Kissinger sobre la importancia de controlar ésta región es una política de estado de Washington que no depende de ningún partido o jefe de estado.

El papel de Washington en el golpe en Honduras contra el Presidente Zelaya ha sido evidente desde el primer día. El financiamiento continua a los golpistas, la presencia militar del Pentágono en Soto Cano, las constantes reuniones entre funcionarios del Departamento de Estado y el embajador de EEUU en Honduras, Hugo Llorens, con los golpistas, y los intentos cínicos de forzar una “mediación” y “negociación” entre los golpistas y el gobierno legítimo de Honduras, son evidencias contundentes sobre las intenciones de Washington de consolidar esta nueva forma de “golpe inteligente”. La insistencia pública inicial del gobierno de Obama sobre la legitimidad de Zelaya como presidente de Honduras rápidamente desapareció luego de las primeras semanas del golpe. Los llamados para la “restitución del órden democrático y constitucional” en Honduras fueron cambiadas por cuchicheos débiles repetidos por las voces monótonas de los voceros del Departamento de Estado.

La imposición del presidente de Costa Rica, Oscar Árias – una ficha de Washington – para “mediar” la “negociación” ordenada por Washington entre los golpistas y el Presidente Zelaya fue un circo. Del primer momento, era obvio que el Departamento de Estado estaba promoviendo una estrategia de “ganar tiempo” para consolidar el golpe en Honduras. La falta de sinceridad de Árias y su complicidad en el golpe fue evidente desde la misma mañana del violento secuestro y el exilio forzado de Zelaya. Altos funcionarios del Pentágono, el Departamento de Estado y la CIA presentes en la base de Soto Cano, controlada por Washington, arreglaron el transporte de Zelaya a Costa Rica. Árias había ya expresado su disposición, de forma servil, para refugiar al presidente ilegamente exiliado y de no detener a los secuestradores que pilotearon el avión que –en violación del derecho internacional– llegó al territorio costarricense.

Hoy, Óscar Arias ha hecho un llamado a todas las naciones del mundo para “reconocer” a las elecciones ilegales e ilegítimas que están tomando lugar en Honduras. ¿Por qué no?, ha dicho Árias, si no hay fraude o irregularidades, ¿por qué no reconocer a un nuevo presidente? El Departamento de Estado y hasta el propio presidente Obama han dicho lo mismo y están llamando –presionando – a sus aliados de reconocer a un nuevo régimen en Honduras, elegido bajo una dictadura. El fraude y las irregularidades ya están presentes, considerando que hoy, ninguna democracia existe en Honduras que permitiría las condiciones adecuadas para un proceso electoral. Y el Departamento de Estado admitió hace dos semanas que están financiando activamente el proceso electoral y las campañas electorales en Honduras desde hace tiempo. Y los “observadores internacionales” enviados para dar credibilidad al proceso ilegal en Honduras son todas agencias y agentes del imperio. El Instituto Republicano Internacional (IRI), y el Instituto Demócrata Nacional (NDI), dos agencias creadas para filtrar el financiamiento de la USAID y la NED a partidos políticos en el exterior para promover la agenda estadounidense, no solamente financiaron a los grupos involucrados en el golpe de estado en Honduras sino ahora están “observando” las elecciones. Grupos terroristas como UnoAmerica, dirigido por el golpista venezolano Alejando Peña Esclusa, también han enviado “observadores” a Honduras. Y el terrorista criminal miamero-cubano Adolfo Franco, antiguo director de la USAID, es otro “pesado” en la lista de los observadores electorales hoy en Honduras.

Pero la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Centro Carter, que no son entidades “izquierdistas”, han condenado al proceso electoral en Honduras como ilegítimo y rechazaron enviar observadores. Lo mismo lo han hecho las Naciones Unidas y la Unión Europea, tanto como la UNASUR y el ALBA.

Washington está sólo, junto a sus regímenes títeres en Colombia, Panamá, Perú, Costa Rica e Israel, como las únicas naciones que públicamente han indicado su reconocimiento del proceso electoral en Honduras. Un alto funcionario del Departamento de Estado declaró ayer al Washington Post: "¿Qué vamos a hacer, quedarnos sentados durante cuatro años y simplemente condenar al golpe?". Bueno, Washington se ha quedado sentado durante 50 años rechazando reconocer al gobierno cubano. Pero eso es porque el gobierno de Cuba no le conviene a Washington. Y el régimen dictatorial en Honduras sí le conviene.

El movimiento de resistencia en Honduras está boicoteando las elecciones, llamando para la abstención masiva del proceso ilegal. Las calles de Honduras han sido tomadas por miles de militares, bajo el control del Pentágono. Con armas avanzadas de Israel, el régimen golpista está preparado para reprimir y brutalizar de forma masiva a los que resisten el proceso electoral. Debemos mantener nuestra vigilancia y solidaridad con el pueblo de Honduras frente al peligro inmenso que lo rodea. Las elecciones de hoy en Honduras constituyen un segundo golpe de estado contra el pueblo hondureño, esta vez abiertamente diseñado, promovido, financiado y apoyado por Washington. Sin importar el resultado de las elecciones, no habrá justicia para Honduras hasta que cese la injerencia imperial.


Eva Golinger
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=96131

domingo, 29 de noviembre de 2009

El encanto de los Orixás

Leonardo Boff

Toda cultura, cuando alcanza un elevado grado de complejidad, encuentra su expresión artística, literaria y espiritual. Pero al crear una religión a partir de una experiencia profunda del Misterio del mundo, alcanza su madurez y apunta hacia valores universales. Es lo que ha sucedido con la Umbanda, religión nacida en Niterói, Río de Janeiro, en 1908, bebiendo de las fuentes de la más genuina brasilidad, hecha de europeos, de africanos y de indígenas. En un contexto de desamparo social, con millares de personas desenraizadas, venidas de la selva y de los rincones más distantes del Brasil profundo, desempleadas, enfermas por la notoria insalubridad de Río a principios del siglo XX, irrumpió una fortísima experiencia espiritual.

Una persona del interior, Zélio Moraes, declara la comunicación de la Divinidad bajo la figura del Caboclo das Sete Encruzilhadas, de la tradición indígena y del Preto Velho de la tradición de los esclavos. Esa revelación tiene como principales destinatarios a los humildes desposeídos de todo apoyo material y espiritual. Quiere reforzar en ellos la percepción de la profunda igualdad entre todos, hombres y mujeres; se propone potenciar la caridad y el amor fraterno, mitigar las injusticias, consolar a los afligidos y reintegrar al ser humano en la naturaleza bajo la guía del Evangelio y de la figura sagrada del Divino Maestro Jesús.

El nombre Umbanda está cargado de significado. Está compuesto de OM (el sonido originario del universo en las tradiciones orientales) y de BANDHA (movimiento incesante de la fuerza divina). Sincretiza de forma creativa elementos de las varias tradiciones religiosas de nuestro país creando un sistema coherente. Privilegia las tradiciones del Candomblé de Bahía por ser las más populares y próximas a los seres humanos en sus necesidades. Pero no las considera como entidades, sino como fuerzas o espíritus puros que a través de los Guías espirituales se acercan a las personas para ayudarlas. Los Orixás, la Mata Virgem, el Rompe Mato, el Sete Flechas, la Cachoeira, la Jurema y los Caboclos representan facetas arquetípicas de la divinidad. Ellas no multiplican a Dios en un falso panteísmo, sino que concretan, bajo los más diversos nombres, al único y mismo Dios. Éste se sacramentaliza en los elementos de la naturaleza como en las montañas, en las cascadas, en los bosques, en el mar, en el fuego y en las tempestades. Al confrontarse con estas realidades, el fiel entra en comunión con Dios.

La Umbanda es una religión profundamente ecológica. Devuelve al ser humano el sentido de reverencia ante las energías cósmicas. Renuncia a los sacrificios de animales para restringirse solamente a las flores y a la luz, realidades sutiles y espirituales.

Hay un diplomático brasilero, Flávio Perri, que sirvió en embajadas importantes como Paris, Roma, Ginebra y Nueva York, que se dejó encantar por la religión de la Umbanda. Con recursos de las ciencias comparadas de las religiones y de los distintos métodos hermenéuticos elaboró perspicaces reflexiones que llevan justamente este título: El Encanto de los Orixás, desvelándonos la riqueza espiritual de la Umbanda. Entrevera su trabajo con poemas propios de fina percepción espiritual y se inscribe en el género de los poetas-pensadores y místicos, como Álvaro Campos (Fernando Pessoa), Murilo Mendes, T. S. Elliot y el sufí Rumí. Incluso bajo el encanto, su estilo es contenido, sin ninguna exaltación, pues ése es el rigor que la naturaleza de lo espiritual exige.

Además, ayuda a desmontar los prejuicios que rodean a la Umbanda, a causa de sus orígenes en medio de los pobres de la cultura popular, espontáneamente sincréticos. Que ellos hayan producido una significativa espiritualidad y hayan creado una religión cuyos medios de expresión son puros y sencillos revela cuán profunda y rica es la cultura de esos humillados y ofendidos, nuestros hermanos y hermanas. Como se decía en los inicios del cristianismo, que en su origen era también una religión de esclavos y marginalizados: «los pobres son nuestros maestros, los humildes, nuestros doctores».

Tal vez algún lector o lectora se extrañe de que un teólogo como yo diga todo esto que escribí. Únicamente le respondo que un teólogo que no consigue ver a Dios más allá de los límites de su religión o iglesia no es un buen teólogo. Sería más bien un erudito en doctrinas. Perdería la ocasión de encontrarse con Dios, que se comunica por otros caminos y que habla por diferentes mensajeros, sus verdaderos Ángeles. Dios desborda nuestras cabezas y nuestros dogmas.


Leonardo Boff
http://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=356


La Iglesia es así

Rafael Fernando Navarro

Juan Pablo II le dio la comunión a Pinochet. No se le negó la comunión a Videla porque mataba sólo a hordas marxistas.

El 20-N fue ayer y es hoy. ¿Será mañana todavía?  Mañana del 75, con el frío hasta las ingles en la plaza cristiano-mora del Pardo. Trombos de hielo en las ramas.  Franco desfilando hacia la muerte, hacia la nada, entre lágrimas-Plaza-Oriente y libertad de pueblo estrenada. Se llenó de capas pluviales, de mitras enlutadas, de gritos fusilando a Tarancón. Fue ayer.

Valle de los Caídos funerario. Granito-crespón-negro. Cara al sol remangado contra el frío. Historia de ojeras gris marengo.  Julián Melero besando banderas que incuban aves carroñeras. “La besaré siempre porque me siento orgulloso de ella.  La Iglesia  es así”  Lo dice Julián Melero, cura agradecido de San Francisco,  flanqueado por Franco y José Antonio. 20-N es hoy.

¿Será mañana todavía? Le cuesta a la historia reponerse de tanto encefalograma plano, de tanta puñalada albergada durante cuarenta años, de tanta hemorragia de odio.  Franco no hizo historia, sólo fabricó pasado. Algún día –es urgente- dejará de ser 20-N.
Mientras tanto persisten  Rouco, y Martínez Camino y Munilla pisando amores homosexuales, regresando de País vasco a vascongadas. Nacionalcatolicismo condenando. Los políticos, muchos políticos, en estado objetivo de pecado. La Iglesia objetivando al hombre, privándole de dinamicidad. Diciendo sólo lo que siempre ha dicho, sin creatividad alguna, sin devenir. Dirigiendo el paso alegre de la paz. Una Iglesia excluyente, marginando a quienes elegidos por el pueblo marcan un rumbo homocéntrico. El teocentrismo se acabó hace treinta y cuatro años. Es pasado, sólo pasado. Ojalá nunca historia.

Políticos, votantes, democracia en el fondo, relegados al estado objetivo de pecado. Queda sólo la decencia de la Jerarquía. ¿Hablamos de Irlanda?   ¿Hablamos de la diócesis de los Angeles? El Cardenal Roger  Mahony pidió perdón por esos abusos sexuales. Pero resultó vergonzoso que no pidiera perdón por tener una disponibilidad económica de 500 millones de euros para indemnizar a las víctimas.

Juan Pablo II le dio la comunión a Pinochet. Con televisión urbi et orbe. A lo mejor porque no mataba inocentes, sino a sencillos allendes que tomaban mate caliente para entonarse las vidas.

En España los fusiles andaban bajo palio, mientras las cunetas cicatrizaban ante madres y novias, para siempre novias y madres. Nadie tuvo báculos suficientes para negarle la comunión al diácono de la Santa Iglesia Francisco ni para taparle la boca a Quiepo que escupía semen contra ingles virginales.

Los Obispos españoles han vivido –por edad- todas esas etapas. Muchos lo son a propuesta del católico general. Cuarenta años postrados ante sus botas, sacando brillo a los sables homicidas.

No hablo desde ningún resentimiento. El virus de Trinidad ministra puede cerrarme los pulmones grises de nicotina. Cualquier día uno se muere sin entender la poesía del viento. Pero tiene derecho a exigir que mañana no se 20-N.

LA IGLESIA ES ASI. Lo dice el cura Melero que besa banderas de nostalgia.


Rafael Fernando Navarro
http://marpalabra.blogspot.com


jueves, 26 de noviembre de 2009

Mausoleos sagrados imponentes y cementerios invisibles bajo la Luna

Braulio Hernández Martínez

En el imaginario colectivo, el 20-N sigue asociándose al Valle de los Caídos, el macro mausoleo impulsado por Franco, y levantado con la sangre y el sudor de los prisioneros “rojos”. La imponente Basílica y su cruz ciclópea fueron concebidas por el caudillo para dar gloria a “los caídos por Dios y por la Patria”, en la España de los vencedores, “sin reparar en las víctimas republicanas”. También, “ante las dificultades encontradas en algunas zonas, donde las familias franquistas se negaron al traslado de sus muertos a Madrid, el Ministerio de Gobernación autorizó el abordaje de fosas de republicanos”, llevando los restos de algunos “rojos” al mausoleo, sin el consentimiento de sus familias (Público, 19/11/09).

"Nunca sabremos la cifra exacta de víctimas de la Guerra Civil", dice un experto forense. Los actuales trabajos de excavación para encontrar los restos de García Lorca, y otros cinco represaliados del franquismo, están teniendo un “efecto llamada”: otras seis familias han reclamado recuperar los huesos de sus seres queridos, asesinados en las mismas circunstancias y sepultados en el mismo paraje granadino de Alfacar.

Hace un año, el cardenal de Madrid, Rouco, afirmaba en un Pleno de la Conferencia Episcopal que “las exhumaciones (de las fosas) dañan la concordia social” y que “a veces es necesario saber olvidar”. Sin embargo, un año antes, el obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, (en el Pleno en el que, por un voto, le arrebataría la Presidencia el mismo Rouco), alentaba a que "se haga plena luz sobre nuestro pasado", mostrándose dispuesto a revisar la posición de la Iglesia durante la República y la Guerra Civil: fue Una grata sorpresa, recogía, el 20 de noviembre de 2007, en una nota, el sacerdote Jesús López Sáez, en la Web de la Comunidad de Ayala

Monseñor Rouco pide que es necesario olvidar; sin embargo, no es nada normal que, setenta años después, por toda España haya "territorios sembrados de horror": fosas comunes, cunetas, barrancos, pozos y cementerios, donde se ocultan decenas de miles de cuerpos de ciudadanos proscritos, borrados de la memoria, por ser “rojos” o republicanos. Antes de finalizar la guerra fratricida, un decreto de la Jefatura del Estado (de los golpistas), del 16 de noviembre de 1938), establecía, "previo acuerdo con las autoridades eclesiásticas", que "en los muros de cada parroquia figurara una inscripción con los nombres de sus “Caídos por Dios y por España", ya en la presente Cruzada, ya víctimas de la revolución marxista". Dichas placas, para perpetuar la memoria, se exhiben en las fachadas de muchos templos.

Los obispos justificaban su memoria: "las guerras tienen caídos en uno y otro bando; las represiones políticas tienen víctimas, pero sólo las persecuciones religiosas tienen mártires". María Antonia Iglesias, escritora católica, en su libro “Maestros de la República; los otros santos, los otros mártires”, recuerda que "en todas estas historias siempre sale un cura", actuando como emisario político del Régimen; delatando ("de ideas marxistas, ateo, no asiste a misa"), calumniando, confesando y perdonando en nombre de Dios a gentes honestas enviadas al paredón sin pecado y sin delito. El sacerdote Jesús López Sáez, en su librito “Memoria histórica. ¿Cruzada o locura?” (2006), una reflexión necesaria y oportuna, plasma esta cita bíblica, en la presentación: “Escribe la visión, ponla clara en tablillas para que se pueda leer de corrido” (Ha 2,2). El último capítulo, “Huesos secos en medio de la vega”, hace referencia a un pasaje del profeta Ezequiel.

Gumersindo de Estella, fraile capuchino, quiso dejar constancia en sus estremecedores diarios, (editados en 2003 bajo el título “Fusilados en Zaragoza, 1936-1939. Tres años de asistencia espiritual a los reos”) de esta denuncia: la complicidad de un clero empeñado "en acreditar con un sello divino una empresa pasional de odio y violencia". Poco entusiasta con el Alzamiento ("la violencia no es cristiana" se lamentaba), su superior le conminó a irse de Pamplona y tomar el primer tren hacia Zaragoza. El desterrado se ofreció de ayudante del capellán en la cárcel de Torrero. Había mucho trabajo, algún día llegaron a fusilar hasta dieciséis presos. Tras una asistencia, desolado, escribe: "Necesito ser de acero para no llorar". Allí, cualquier "palabra de fiereza” contra los pobres reos “era interpretada como señal de profunda adhesión al Movimiento y a la religión". Un detalle: casualmente el cardenal Gomá, poco antes de morir, se confesó con él.

"Durante los 36 años de la dictadura de Franco, los perdedores de la Guerra Civil no podían hablar en público de sus sufrimientos personales ni de las pérdidas padecidas por sus familias…" (Gabriel Jackson, historiador). Aunque Franco –al que la Iglesia llevaba bajo palio y le ponían reclinatorios de terciopelo en primera fila en los oficios sagrados- repetía que los republicanos que no estuvieran inmersos en delitos de sangre salvarían sus vidas, en los diez años siguientes al final de la guerra, "no menos de 50.000 personas fueron ejecutadas" (Julián Casanova, historiador). Muchos fueron encarcelados; otros inhabilitados, despojados de sus cátedras; muchos expropiados… Todos, víctimas de una represión "alentada por las máximas autoridades militares y civiles y bendecida por la Iglesia católica" (Antony Beevor, historiador).

Recientemente, ante la avalancha de reclamaciones de ciudadanos que querían rescatar de los cementerios invisibles bajo la luna los huesos de sus seres queridos, el Gobierno del Sr. Zapatero impulsó la Ley de la Memoria Histórica. Los obispos, a la contra, lo acusaban de hacer una ley "selectiva". Un cardenal llegó a decir: "¡cuidado con la memoria… no hay que dar la tabarra durante mucho tiempo…!”. Aplicaban una doble vara de medir. Ellos llevaban muchos años alentando la recuperación de su memoria, materializada, poco después (el 28 de octubre del 2007), impulsando una macro peregrinación nacional a Roma, con la beatificación más numerosa de la historia: 498 "mártires" de la Guerra Civil. Era “un aliento para fomentar la reconciliación", justificaba el portavoz episcopal. Sin embargo, Juan XXIII y Pablo VI se habían opuesto a esas beatificaciones masivas.

Curiosamente, entre esos “mártires”, no estaba ninguno de los sacerdotes y religiosos vascos asesinados por las tropas de Franco. Injusticia que se reparó, más de 70 años después, el pasado 11 de julio, en una eucaristía, concelebrada por todos los obispos de las diócesis vascas, en la catedral de Vitoria. En ella, contrariando la línea de monseñor Rouco, pidieron perdón por el "injustificable silencio de los medios oficiales de nuestra Iglesia": "Hoy saldamos una deuda contraída", "tan largo silencio no ha sido sólo una omisión indebida, sino también una falta a la verdad, contra la justicia y la caridad". Un gesto que, lejos de “reabrir heridas", quería “ayudar a curarlas o aliviarlas”.

Un detalle de por dónde irían los tiros fue cuando, tras el Desfile de la Victoria, en la iglesia de Santa Bárbara, Madrid, Franco se acercó al altar bajo palio, llevado por miembros del Gobierno. Eijo Garay, obispo de Madrid, le dijo: "nunca he incensado con tanta satisfacción como lo hago ahora con V.E.". El general puso su espada a los pies del Santo Cristo, leyó una oración y se hincó de rodillas ante el cardenal Gomá, que le bendijo, y ambos se fundieron en un abrazo. "La Iglesia había triunfado en una guerra civil, que para ella había supuesto una verdadera hecatombe, pero de la que salió restablecida en la plenitud de su poder. Había sido, después de mártir, verdugo, por completo desprovista de conmiseración para los vencidos; todo lo contrario, no sólo vencedora sino vengativa: sus clérigos habían asistido a la ejecución de decenas de miles de prisioneros una vez la guerra terminada, sosteniendo con su presencia y su palabra una estrategia de depuración y limpieza" (Santos Juliá, historiador).

Aún el 19 de octubre de 1960, en la Universidad Pontificia de Salamanca, el cardenal primado, Pla y Deniel, que durante la Guerra cedió su palacio episcopal de Salamanca a Franco, volvió a recordar, que “Fue una cruzada por Dios y por España". Recuperar la memoria de muchas gentes honradas, la mayoría humildes, que yacen en parajes desconocidos, en cunetas, o que murieron en el exilio, mártires y héroes anónimos, sin mausoleos sagrados, que muy posiblemente nunca tendrán el reconocimiento por parte de una Institución que predica ser la guardiana de la doctrina de Cristo, es un noble acto de humanidad, y de justicia.


Braulio Hernández Martínez, brauhm@gmail.com
TRES CANTOS (MADRID).
http://eclesalia.blogia.com/2009/112001-predica.php



Leonardo Boff ante la Conferencia sobre el Clima de Copenhague


Sergio Ferrari. (*)

La crisis ambiental irrumpe en primer plano mediático de cara a la Conferencia del Clima de Copenhague, Dinamarca, a realizarse en 13 diciembre próximo.  Las perspectivas no son optimistas por falta de un consenso previo para alcanzar un acuerdo definitivo. “A pesar de los pronósticos sombríos tengo confianza que la esperanza vencerá al miedo y que la vida es más fuerte que la muerte”, asegura el teólogo brasilero Leonardo Boff al iniciar esta entrevista exclusiva durante su reciente visita a Suiza. Boff, uno de los padres fundadores de la teología de la liberación recibió el 7 de noviembre el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Neuchâtel. Previamente, la misma semana,  animó un debate público  organizado por las ONG de cooperación solidaria E-CHANGER,  y Misión de Belém Immensee en la Casa de Solidaridad Romero (RomeroHaus) en Lucerna donde participaron 200 personas.

Entrevista - “La Tierra no aguanta más”

P: Todo el mundo habla hoy de la problemática ecológica que vive el planeta. Usted fue uno de los primeros, ya en los años ochenta, en alertar sobre este tema. ¿Cuál es su análisis de la actual situación medioambiental?

Leonardo Boff: Hay muchos indicadores científicos que apuntan a la irrupción de una tragedia ecológica y  humanitaria. Nada esencial ha cambiado desde la redacción de la Carta de la Tierra  en 2003 que elaboramos un grupo de personalidades del mundo entero. Decíamos en ese maravilloso documento: “Estamos en un momento crítico de la Tierra en el cual la humanidad debe escoger su futuro.  Y la elección es ésta: o se promueve una alianza global para cuidar a los otros y  la Tierra o arriesgamos nuestra destrucción y la devastación de la diversidad de la vida”.


“Se consume más de lo que la Tierra soporta”

P: Una afirmación tajante que no acepta términos medios ¿Cómo se  sustenta?

Boff: En la confluencia actual de tres crisis estructurales. La crisis debido a la falta de sustentabilidad del planeta Tierra; la crisis social mundial;  y la crisis del calentamiento creciente.

P: ¿Puede ejemplificar esa afirmación?

Boff: A nivel social, casi la mitad de la humanidad vive hoy por debajo del nivel de miseria. Las cifras son aterradoras. El 20% más rico consume el 82.49 % de todas la riqueza de la Tierra y el 20 % más pobre, se tiene que contentar con un minúsculo 1.6%.

En cuanto al calentamiento de la Tierra, la FAO (Organización de la ONU para la Alimentación) ha advertido que en los próximos años habrá entre 150 y 200 millones de refugiados climáticos.

Las previsiones más dramáticas hablan de un aumento para 2035 de 4°C. Y se especula para final del siglo  un aumento de 7°C. Si esto realmente se produce, ningún tipo de vida hoy conocido podrá sobrevivir. En cuanto a la crisis de sustentabilidad, doy un ejemplo ilustrativo: la humanidad está hoy consumiendo un 30% más de la capacidad de reposición. Es decir un 30% más de lo que la Tierra misma puede reponer.

P: Sin embargo esta tendencia consumista del planeta no es nueva...

Boff: No. Pero lo que es nuevo son los niveles acelerados de ese deterioro. Según estudios de todo crédito, en 1961 precisábamos de la mitad de la Tierra para dar respuesta a las demandas humanas. En 1981 se daba un empate, es decir ya necesitábamos a la Tierra entera. En 1995  sobrepasamos en un 10 % la capacidad de reposición, aunque todavía era soportable.  En 2008,  superamos el 30 %. La Tierra está dando señales inequívocas de que ya no aguanta más.


“En algunos años se necesitarían dos Tierras”

P: ¿Con perspectivas futuras todavía más preocupantes?

Boff: Si se mantiene el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial entre 2-3% por año, como está previsto, en 2050 necesitaríamos dos planetas Tierra para dar respuesta al consumo, lo que es imposible porque contamos con sólo una.

P: ¿Eso obliga a comenzar a pensar en otro paradigma de civilización?

Boff: En efecto. No podemos producir como lo venimos haciendo hasta ahora. El actual modelo de producción, el capitalista, parte del falso presupuesto que la tierra es como un gran baúl del cual se pueden sacar recursos indefinidamente para obtener beneficios con la mínima inversión posible en el tiempo más corto.

Hoy queda claro que la Tierra es un planeta pequeño, viejo y limitado que no soporta una explotación ilimitada. Tenemos que dirigirnos hacia otra forma de producción y asumir hábitos de consumo distintos. Producir para responder a las necesidades humanas en armonía con la Tierra, respetando sus límites, con un sentido de igualdad y de solidaridad con las generaciones futuras. Eso es el nuevo paradigma de civilización.


Copenhague: la influencia del poder económico.

P: Para volver al hoy y al aquí...En pocas semanas se realiza en Copenhague la Conferencia sobre el Clima. ¿Hay perspectivas de un acuerdo?

Boff: Hay una premisa clave. Debemos  hacer todo lo posible para estabilizar el clima evitando que el calentamiento de la tierra sea mayor a 2 o 3 grados y que la vida pueda continuar. Comprendiendo que ya ese calentamiento implicaría una devastación de la biodiversidad y el holocausto de millones de personas, cuyos territorios no serán más habitables, especialmente en África y  en el sudeste asiático.

Me preocupa, en ese escenario, la irresponsabilidad de muchos Gobiernos, especialmente de los países ricos, que no quieren establecer metas consistentes para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y salvar el clima. ¡Una verdadera ecomiopía!

P: ¿Eso proviene de una falta de voluntad política para llegar a acuerdos?

Boff: Sobre todo de un conflicto de intereses. Las grandes empresas, por ejemplo las petroleras, no quieren cambiar porque perderían sus enormes ganancias actuales. Hay que entender la interdependencia del poder político y el económico. El gran poder es el económico. El político es una derivación del económico. Los Estados, en muchos casos, no representan los intereses de los pueblos sino de los grandes actores económicos.

P: ¿En caso de un fracaso de Copenhague, cuál sería el escenario posterior en lo que hace a la ya grave situación climática?

Boff: A mi entender, si hay una frustración política, eso puede significar un reto enorme para la sociedad civil. Para que se movilice, presione y promueva los cambios que vienen siempre de abajo. Confío en eso: la razón, la prudencia, la sabiduría vendrá de la sociedad civil. Será, también, en cuanto al clima,  el principal sujeto histórico. Ningún cambio real viene de arriba, sino de abajo.

Y a pesar de lo difícil del presente, tengo la confianza que no se trate de una tragedia que acabará mal sino de una crisis que purifica y que nos permita dar un salto en la dirección de un futuro mejor.

P: ¿Con un programa común para salvar la Tierra?

Boff: Impulsando una bio-civilización que deberá promover cuatro ejes esenciales. El uso sustentable, responsable y solidario de los limitados recursos y servicios de la naturaleza. El control democrático de  las relaciones sociales, especialmente sobre los mercados y los capitales especulativos.

Un ethos mínimo mundial que debe nacer del intercambio multicultural, enfatizando en la compasión, la cooperación y la responsabilidad universal. Y la espiritualidad, como dimensión antropológica y no como un monopolio de las religiones. Debe desarrollarse como expresión de una conciencia  que se siente parte de un Todo mayor,  que percibe una Energía poderosa y que representa el sentido supremo de todo.+ (PE)


Nota. Vida de compromiso.
Leonardo Boff nació en Concordia, Estado  brasilero de Santa Catarina.
En diciembre  del 2008 cumplió los 70 años (nació el 14 de diciembre de 1938).
Para esa ocasión se publicó  en Suiza el libro: “Leonardo Boff: abogado de los pobres”, en homenaje a su trabajo pastoral y de acompañamiento de los movimientos populares y sociales de Latinoamérica. Y en reconocimiento a  su producción literaria. Ha escrito hasta el momento 82 libros, muchos de ellos traducidos a decenas de lenguas.
En los años setenta, fue uno de los “padres” fundadores de la Teología de la Liberación. Lo que le valió una primera sanción del Vaticano en 1985. Ante una nueva amenaza de sanción Boff renunció a sus actividades sacerdotales  en 1992 y se autoproclamó al estado laico.
Además del Doctorado Honoris Causa que recibe en noviembre de este año de la Universidad de Neuchâtel, obtuvo igual título honorífico, entre otras,  de las universidades de Lund (Suecia); Londres (Gran Bretaña); Turín (Italia) y  San Leopoldo (Brasil).
En diciembre del 2001 recibió el Premio Nóbel Alternativo de la Paz por sus aportes a la lucha por la defensa del clima y su compromiso social.
En la actualidad continúa sus aportes teológicos, con un particular acento en la temática ecológica.  Es asesor del Movimiento de los Trabajadores rurales sin Tierra (MST) y de las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs) de Brasil.+ (PE)

(*) Sergio Ferrari. Colaboración de prensa de E-CHANGER, ONG suiza de cooperación solidaria

http://www.ecupres.com.ar/noticias.asp?Articulos_Id=4121




Soberanía alimentaria en Somalia

Gustavo Duch Guillot (*)

La información que los medios de comunicación  van ofreciendo sobre los secuestros de barcos atuneros frente a las costas de Somalia ha ido, gota a gota, matizándose.

Aunque se siga hablando de piratería, se ha explicado como en esas aguas muchos países desarrollados hemos ido vertiendo residuos tóxicos. Sabemos también que una de las razones por las que se llega a esta situación ha sido la pesca ilegal, la pesca en aguas territoriales somalíes, y siempre a unos ritmos y cantidades que dejan los caladeros al borde del colapso. Entre los barcos responsables está la flota española que ha sido además altamente subvencionada por la Unión Europea para éste, digamos, ecocidio. Por ejemplo, el Alakrana, barco recientemente secuestrado recibió una ayuda para su construcción de más de cuatro millones de euros.

Pero aún hay un nuevo dato que añadir -y muy significativo- que demuestra el terrible daño que hace esta flota extractiva saqueando en territorios dónde la pobreza y el hambre están instaladas.

Este último año los pescadores locales de Kenia, al sur de Somalia, llegan cada día a puerto con capturas cómo hacía años no recordaban. Cuentan que vuelven a pescar atunes, barracudas o rayas gigantes porque la presencia de los “piratas” somalíes ha ahuyentado y alejado mar adentro a las grandes factorías flotantes.

En el pequeño pueblo de Malendi un pescador puede estar ganando más de 200€ diarios, cincuenta veces más que el salario medio de la población. Un salario más que digno. Hemos de tener en cuenta que los grandes barcos en sus capturas de atunes pescan también muchas otras especias que simplemente descartan. Hoy sin estos barcos, la pesca de atún y los “descartes” son fuentes de ingresos y de proteínas para la población local. También se ha beneficiado el sector de la pesca deportiva donde las cámaras fotográficas vuelven a encuadrar grandes piezas antes de devolverlas al mar.

Por lo tanto, si en lugar de medidas de militarización de los buques españoles se planteara la prohibición de la pesca industrializada en el continente africano, se podría por un lado dedicar esos fondos en potenciar una política europea y española a favor de la pesca artesanal, local y sostenible, que tanta falta hace, y por otro, contribuiríamos en el desarrollo de los pueblos africanos con mucha mayor eficacia que con muchos programas de solidaridad. Respetando, como debe ser, la propia soberanía alimentaria africana.+ (PE/Africa Global)

(*) Gustavo Duch Guillot, Ex Director de Veterinarios Sin Fronteras.

 El articulo, publicado en Rebelión, fue editado por  Africa Global, una instancia informativa de IADEG (Instituto Argentino de Estudios Geopolíticos)

http://www.ecupres.com.ar/noticias.asp?Articulos_Id=4160



La imbecilidad nunca será operable

Eduardo Pérsico

En América Latina no parece casual el trato que los medios de comunicación le aplican a cada gobierno que contradice su interés. No es novedad que al menos los grandes diarios y cadenas televisivas se vinculan económicamente con algún monopolio de la información y así son los resultados: no entrelinean ni un renglón de la instalación de bases norteamericanas en Colombia, el presidente de Bolivia es ‘el indio Morales’, el de Venezuela es el ‘dictador’ Chávez, cada funcionarios brasilero o argentino es ‘polémico’ y ese ignoto fulano que derrocó al gobierno constitucional de su país, es santificado como  ‘el presidente de Honduras en ejercicio’. Y hasta ahí sus calificaciones, sin mucho desgaste, de quienes últimamente se pavonean y exhiben en las cámaras por estos pagos sudamericanos.

En principio, la primera víctima ha sido la objetividad de los medios, que deambula herida de muerte por cuanta empresa difusora que fabrica impúdicamente su versión interesada en cada asunto. Esto que por siempre fuera menos estridente pero nunca novedosa, hoy denota una parcialidad que antes luciera menos ofensiva, menor y hasta diluida, que por esta década ha tomado impulsos de comedieta barata. Sin hurguetear mucho en lo internacional, los dudosos atentados a las torres gemelas, las esquivas armas químicas atesoradas en Irak más los improbables atacantes suicidas en aviones y trenes, aunque tuvieran poco recorrido en los millares de ‘flashes informativos’ contaron con inusitados despliegues mundiales de papel y pantalla que los tornaron hasta hechos indiscutibles. Porque tan constante palabrerío efímero y borroso sin duda obtuvo sus cinco minutos de celebridad,  así como hoy nos ilustra la falacia de este estilo de información corporativa la intervención ‘del especialista en economía’ en cada noticioso de televisión, un acopiador de números que intenta modelar las volteretas explicativas del Poder financiero ante el tembladeral que ellos mismos provocaron. Un negocio que al pasar los del Poder también aprovecharon en todo el espectro, incluyendo las quiebras y desapariciones de empresas estimadas incorruptibles y eternas dentro del sistema. Pero como todo cambia y hubo situaciones despreciadas por la venalidad informativa, dicen que igual la economía real aguardaría sólo un pequeño empujón para esta caída, que no pocos entienden como indefectible y a corto plazo. Y otros, tal vez más precavidos y menos pesimistas, hablan de aterrizajes controlados y sin finales de cataclismo bíblico. Quién sabe… 

De todas maneras muchos vaticinan que la movilidad social y el relevo de los poderes mandantes ya es inevitable, y ante semejante cambio sería bueno ver qué aspecto asumirán los mediocres servidores de la fabricación de opinión, al fin empleados del grupo mandante y nada más.  Porque  entre nosotros, latinoamericanos, ha proliferado cierto periodismo que pocos años atrás sería vergonzante para el dicente y para el receptor, y hoy mismo no pocos se avergüenzan oyendo a la CNN y los informes de escribas latinoamericanos desde Miami. Con sus sonrientes editoriales que exhiben una reverencia tan genuflexa con el amo del norte que sin agregar níngún concepto de valor, nos afirma que la apreciada profesión periodística en América Latina está infectada por muchísimos temerarios ajenos al quehacer. Y que además la juegan de intelectuales estos audaces, algo evidente en los editoriales de los diarios tradicionales de los domingos en Argentina: allí escriben y denostan  todos juntos a la vez y a un solo efecto… 

Sugestivamente surgió un gentío recién venido que incursiona en la tarea de analizar, calificar y difundir información, nunca como ahora gente sin el mínimo exigible a todo  emisor para ser conceptual, ameno y si lo consigue, creíble. Hoy esa condición no exigiría más que ciertas cualidades de física atracción persona porque quizá el mundo cambió tanto, que la secular actividad del escriba recae en personas de poca experiencia en redacciones, donde recordamos que al menos era inevitable pergeñar de corrido el copete de cada noticia y así ir aprendiendo a desbrozar lo principal de lo accesorio. Algo que según sepamos ahora no cuenta mucho, en tanto los actuales decidores de la opinión son ‘personalidades’ a menudo vinculadas al quehacer artístico, o según sea ese negocio, y no brinda sospechas la promocionada actividad de coristas, veteranas señoras de la escena más otras de ignota actuación, revulsivos escandalizadores del chimento, entrevistadores que putean divertidamente más el infaltable y  decadente exégeta de Platón, todos unidos para triunfar a pura ramplonería descalificante.

Eso sí, sin hacer con ellos ninguna distinción, intuimos que estos conocidos hombres y mujeres viven adheridos a la estética del trasplante y la cirugía; esos ingenuos recursos para derrotar al tiempo que no perdona y al final, siempre advierte que la imbecilidad no es operable.

Eduardo Pérsico
-escritor, nació en Banfield y vive en Lanús, Buenos Aires, Argentina. (27 nov.09)



miércoles, 25 de noviembre de 2009

¿Qué Más Quieren?

ECUPRES

“¿Qué más quieren? Ustedes no se conforman con nada, encima que las dejamos votar, les fabricamos el lavarropas, y les damos el auto para que manejen! ¿Quieren más?

Frases escuchadas en el entorno social, sumadas a muchas otras, que caen permanentemente como gotas que horadan la piedra y van generando mandatos, encuadres, casi diría, guías metodológicas, para la formación de la futura mujer”

Esos dos párrafos pertenecen al comunicado emitido por FeMMA (Federación Evangélica de Mujeres Metodistas en Argentina) y Pastoral de la Mujer, dado a conocer previo al 25 de noviembre instituido como el Día de la No Más Violencia hacia la Mujer.

“Cuando miramos hacia otros espacios sociales, culturales”, la FeMMA ve “con horror” la violencia sobre la mujer “desde el mismo día de su nacimiento” y que “liberadas”, accedieron al voto, los estudios superiores, a conducir vehículos y “¡al lavarropas!”, pero aún subsisten cánones institucionalizados que legitiman la pregunta “¿Qué más pretenden?”

La reflexión pública, firmada por Susana Pedetti, Vice-coordinadora FeMMa y Pastoral de la Mujer, sostiene que “nos cuestionamos sobre la estereotipada figura de la ¨mujer reproductora¨, la que reduce la condición de femineidad a la procreación” colocando “el ser madre” como eje rector de toda mujer, por lo que “si lo único importante es tener hijos, todas sus potencialidades, sus capacidades y derechos quedan fuera de consideración.”

La propuesta de la FeMMA es trabajar en todo lo que significa “potenciar el rol de la mujer, su valoración personal y la posibilidad de proyectarse a nuevas necesidades, tales como el autoconocimiento, la identidad personal, la autoestima, el poder decidir autónomamente acerca del propio cuerpo”.

Ese desafío se lo presenta como “para pensar y repensar” desde el espacio “de inclusión, desde la diversidad” reconociendo que “Son demandas actuales, y para la crianza de nuestras hijas e hijos” teniendo en cuenta que “Cuando Dios creó al hombre, lo creó parecido a Dios mismo: hombre y mujer los creó…” según Génesis 2:27.+ (PE)

PreNot 8574
091125.
Agencia de Noticias Prensa Ecuménica
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Mujeres colombianas de la Ruta Pacífica


Sergio Ferrari (*)

“No queremos una guerra que nos mate ni una paz que nos someta”

La última semana de noviembre se realiza la Jornada Internacional por la eliminación de la violencia contra las mujeres. “La guerra es una vergüenza para Colombia...Las mujeres somos doblemente víctimas de la violencia generalizada”, enfatiza  Alejandra  Miller Restrepo iniciando esta entrevista. Dirigente de la Ruta Pacífica en la región del Cauca – suroccidente del país- Miller Restrepo es economista y politicóloga. Participa en Suiza  junto con su colega campesina Melania Gurrute Sánchez de una campaña de información que se prolonga hasta el próximo 4 de diciembre. La misma es organizada por SUIPPCOL  (Programa Suizo para la Promoción de la Paz y el reforzamiento de la sociedad civil en Colombia), e incluye actividades públicas en once ciudades; encuentros con parlamentarias, dirigentes políticos nacionales y funcionarios de las Naciones Unidas /Ginebra encargados de los derechos humanos.

P: ¿Cuál es el motivo de vuestra presencia en Europa?
Alejandra Miller Restrepo: Establecer  un puente simbólico entre la gran movilización que se realizará en Bogotá promovida por la Ruta Pacífica, y las acciones en Suiza y en Europa  a favor de eliminar la violencia contra las mujeres. En el caso de Colombia, serán miles de mujeres que se movilizarán a partir de este 25 de noviembre con una consigna muy clara: “¡Todas y todos a la mesa¨! ¡Negociación política del conflicto, ya!”

P: Algunas voces en Colombia insisten, sin embargo, en la resolución militar de dicho conflicto. ¿Cómo se explican dos visiones tan radicalmente diferentes?
R: Hay una realidad contundente. Llevamos ya 60 años de guerra - con algunos procesos de paz fallidos-. Todo esto producto de una falta de real de compromiso y voluntad política de las partes. La historia nos prueba que sin negociación ese conflicto no va a ser resuelto. A pesar de la promesa de este Gobierno de acabar con la guerrilla por la vía militar, ésta se ha fortalecido en los últimos tiempos en algunas regiones, particularmente en el sur. Lo que indica que la vía militar no logró su cometido de acabar con la guerra. Nosotros, las mujeres, Ruta Pacífica e importantes sectores del país estamos convencidos que la única opción es la negociación. Y evitar así que toda la nación, pero particularmente las mujeres, sigamos padeciendo los efectos dramáticos de la confrontación bélica. Que ha provocado  4 millones de desplazados y 70 mil muertos en los últimos 20 años.

P: ¿Cómo sintetizaría los ejes de trabajo de la Ruta Pacífica?
R: Los tres pilares de nuestra acción son: la formación política en el sentido más amplio, considerando que todo lo que el ser humano vive es político y considerando que las injusticias cotidianas que sufrimos las mujeres a causa del conflicto, y también a nivel doméstico, son también política. Formación política significa tomar conciencia de nuestra situación, entender la importancia de nuestro cuerpo como espacio más frágil de esa violencia, apropiarnos del mismo, defenderlo, protegerlo. Resultado de eso, un segundo aspecto es la movilización contra la guerra y por nuestros derechos. El tercero, la incidencia para que todos, incluso el Estado y la comunidad internacional, den pasos para cambiar esta realidad.

P: La Ruta Pacífica tiene una relación muy estrecha con Suiza…
R: Suiza es para nosotras un país de  enorme significación. Hace 10 años, SUIPPCOL, creyó en nuestra visión y en nuestra práctica. Y comenzó a brindarnos su solidaridad integral para que podamos avanzar en nuestro trabajo. Sentimos que ese apoyo es ejemplar. Una solidaridad sin límites y un respaldo político esencial para nuestra propuesta.

P: ¿Esa solidaridad ha tenido un impacto significativo en esta década?
R: Sin duda. Nos ha fortalecido. Sin olvidar un aspecto que es clave: el tema de la protección. El acompañamiento de la sociedad civil internacional reduce el costo político que pudieran hacernos pagar los actores del conflicto. Especialmente a las mujeres que estamos promoviendo este proceso de liderazgo en nuestro país.
Insisto: respaldo político; acompañamiento y protección; y esperamos, una presión creciente hacia el Gobierno colombiano. Para que reconozca la existencia de una guerra. Y, en segundo lugar, para que acepte sentarse a negociar con los actores armados, como única salida posible para este conflicto.

P: ¿Su mensaje a la comunidad internacional?
R: Algo fundamental: incidir ante el Gobierno colombiano para un cambio de rumbo. Presión internacional para hacer avanzar la negociación política en nuestro país. Y continuar la solidaridad y el acompañamiento de nosotras, de nuestras organizaciones de base, para que podamos seguir dando la pelea por nuestros derechos y a favor de una paz digna. No queremos una guerra que nos mate ni una paz que nos someta.+ (PE)

(*) Sergio Ferrari. Colaboración E-CHANGER, ONG suiza de cooperación solidaria

Nota. La Ruta Pacífica de Mujeres se define como un movimiento feminista y pacifista
Su accionar político, cultural y social está dirigido a fortalecer la visión feminista del  pacifismo, la no-violencia y las resistencias civiles
Promueve la inclusión de las propuestas políticas y sociales de las mujeres colombianas en el debate nacional.
Para la Ruta, el feminismo es una postura ético política, pacifista, anti guerrerista, no-violenta, a través de la cual se impulsan transformaciones en lo público y lo privado que contribuyen a la construcción de la paz  y la justicia social en Colombia.
Coparte de larga data de SUIPPCOL, programa a favor de la paz en Colombia, sostenido por el Gobierno suizo e integrado por diez ONG helvéticas activamente presentes en ese país sudamericano (Sergio Ferrari)


Para qué recurrimos a los medios


Walter Dennis Muñoz

No tengo intenciones de recurrir a rebuscadas apreciaciones  especializadas propias de la vida académica. Quien compra un diario, escucha la radio, ve televisión o recurre a Internet tiene motivos mucho más simples, y a veces, con exceso de optimismo. Los motivos son múltiples y algunos muy simples. Tomando un café en la mañana en una cafetería en Montevideo, le pregunto al mozo mientras me fumaba un cigarro y leía un diario, que leía él habitualmente, de su periódico favorito. Me contestó.- deportes y policiales. No digo nada original si ambos géneros ocupan espacios con imágenes bien significativas en todo los medios. Basta recordar el caso del atunero español que no solo ocupó amplios espacios mediáticos, sino sirve para que la oposición política tenga temática para atacar al gobierno de turno. Pero en las aguas de Somalia se han depositado toda clase de deshechos tóxicos, y este tema no le importa a nadie.

El deporte comercial, mercantil, sobre todo el fútbol es un campo digno de analizar no por el deporte en si, sino para ver como devela la conducta humana. El hincha es un caso muy especial de ser humano. Normalmente nunca intentó ganar nada. Se conforma con ser mediocre, hombre masa diría Ortega pero transfiere al fútbol sus frustraciones y allí tiene que ganar.  Si su equipo pierde maten al entrenador. Es deprimente ver a los especialistas en fútbol en los diarios deportivos españoles e incluso en los así llamados diarios centrales y serios como País y El Mundo y el caso Pellegrini.  Por vender se dice cualquier cosa, se descalifica, se escribe untando el teclado con bílis, se satisface al hincha porque este produce dinero comprando el diario y llenando como hordas los estadios.

Periodismo y docencia se han hecho incompatibles. Hay personas que han ido toda la vida al fútbol y nunca han tenido idea de que se trata. Tienen que leer para saber lo que vieron y ese analfabetismo trasladado a la totalidad de la vida es suficiente ejemplo para ver lo que pasa en otros campos en la dimensión multifacética de la vida.

Se vota para ganar aunque no se sepa ganar qué. Si el PP en España gana puntos sobre el PSOE no se entiende porqué. Sabrá la masa que se hace cuando la especulación financiera lleva al mundo a tal desastre que incluye el cambio climático, el aumento de la pobreza, incluyendo la fiesta faraónica que hace el Señor Obama en la casa Blanca mientras prepara más tropas para Afganistán. Cuando ahora es vox populi  que la guerra de Irak se basó en puras mentiras con tantas muertes horribles y transformó ese país en un infierno. Que no importa que en China no se respeten los derechos humanos y que la India atraiga porque allí el trabajo se paga con nada. Para que repetir que la Señora Clinton bendice la elección corrupta de Karzai pero sí Chávez es un dictadorzuelo y Zelaya, bueno ya la gente se olvidará.

Cuando veo que tanto artículo banal tiene tantos lectores en Internet y algunos se muestran como demócrata de lujo porque despotrican contra Piñera en Chile. O reclaman un mundo mejor desde la joda, el caos, o la búsqueda de tener prestigio y se les encuentra en el lugar ninguno. Es clarísimo que eso no lleva a ningún lado. En Argentina hubo periodistas que hicieron buen dinero despotricando contra Menem y fue reelegido. Creo que es hora de repensar nuestra tarea y en ese repensar escribir para el lector que busca posicionarse cualitativamente en cualquiera esfera de la vida con excelencia, buscando crear lazos cualitativos donde se mueven para producir cambios. No leer a un periodista porque este putea al que me cae mal. Leerlo porque me respeta y me deja pensar incluyendo criterios de análisis que me sirven para mi vida en medio de otras vidas y así multiplicar otras opciones posibles de cambio efectivo.

Me seduce una oración judía que dice; No digas vendrá el mañana, trae el mañana que no es un sueño.

El modo que accedemos a los medios nos dice el modo de personas que somos. Meros receptores o seres capaces de sacar agua de una roca como Moisés dicen que lo hizo.

Walter Dennis Muñoz
Periodista


martes, 24 de noviembre de 2009

Jung y el mundo espiritual

Leonardo Boff

Coordiné en la Editorial Vozes de Brasil la traducción de la obra completa del psicoanalista C.G. Jung (18 tomos), lo que lo convirtió en unos de mis principales interlocutores intelectuales. Pocos estudiosos del alma humana han dado más importancia a la espiritualidad que él. Veía en la espiritualidad una exigencia fundamental y arquetípica de la psiqué en su desarrollo hacia la plena individuación. La imago Dei o arquetipo Dios ocupa el centro del Self: esa Energía poderosa que atrae todos los arquetipos a sí y los ordena a su alrededor como el sol hace con los planetas.

Sin la integración de este arquetipo axial, el ser humano queda manco y miope y con una falta de completitud abisal. Por eso escribió:

«Entre todos mis pacientes que se encontraban en la segunda mitad de la vida, es decir, con más de 35 años, no hubo ni uno cuyo problema más profundo no estuviese constituido por la cuestión de su actitud religiosa. Todos en última instancia estaban enfermos por haber perdido aquello que una religión viva siempre ha dado a sus seguidores. Y ninguno se curó realmente sin recobrar la actitud religiosa que le era propia. Esto es claro que no depende de una adhesión a un credo particular, ni de hacerse miembro de una Iglesia, sino de la necesidad de integrar la dimensión espiritual».

La función principal de la religión, o mejor, de la espiritualidad, es la de religarnos a todas las cosas y a la Fuente de donde proviene todo ser: Dios. Ese es el propósito básico de su grandioso libro Mysterium Coniunctionis (Misterio de la Conjunción) que Jung consideraba su obra magna. En él se trata de realizar la coniuntio, o sea, la conjunción del ser humano integral con el mundus unus, el mundo unificado, el mundo del primer día de la creación, cuando todo era uno y todavía no había ninguna división ni diferenciación.

Era la situación plenamente urobórica del ser. Uroboros era la serpiente primigenia, enrollada sobre sí misma que se mordía la cola, arquetipo que representa la unidad originaria antes de las diferenciaciones entre masculino y femenino, cuerpo y espíritu, Dios y mundo. Esta fusión es el anhelo más secreto y radical del ser humano y el llamamiento permanente del Self.

Espiritualidad significa vivenciar esta situación en la medida en que es buscada permanentemente, aunque no se deje aprehender y vaya siempre un paso por delante. El drama del ser humano actual es haber perdido la espiritualidad y su capacidad de vivir un sentimiento de conexión. Lo que se opone a la religión o a la espiritualidad no es la irreligión o el ateismo sino la incapacidad de ligarse y religarse a todas las cosas. Hoy las personas están desconectadas de la Tierra, del ánima (de la dimensión del sentimiento profundo), y por eso sin espiritualidad.

Para C. G. Jung el gran problema actual es de naturaleza psicológica. No de la psicología entendida como disciplina o apenas como una dimensión de la psiqué, sino de la psicología en el sentido incluyente que él le da como la totalidad de la vida y del universo cuando son percibidos y referidos al ser humano, ya sea por el consciente o por el inconsciente personal y colectivo. Y en este sentido escribió:

«Es mi convicción más profunda que, a partir de ahora hasta un futuro indeterminado, el verdadero problema es de orden psicológico. El alma es el padre y la madre de todas las dificultades no resueltas que lanzamos al cielo».

La Tierra está enferma porque nosotros estamos enfermos. En la medida en que nos transformamos, transformaremos también la Tierra. Jung buscó esta transformación hasta su muerte. Ella es uno de los pocos caminos que puede sacarnos de la crisis actual y que inaugura un nuevo ensayo civilizatorio, así como lo imaginaba Jung, más integrado con el todo, más individualizado y más espiritual.

C. G.Jung se muestra un maestro y un guía que nos traza un mapa capaz de orientarnos en estos momentos dramáticos que vive la humanidad. Como creía profundamente en el Trascendente y en el mundo espiritual, será seguramente el capital espiritual, colocado ahora en el centro de nuestras búsquedas, el que nos permita vivir con sentido la fase nueva de la Tierra, la fase planetaria y espiritual.

Leonardo Boff
http://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=354

Comentarios y FORO...

domingo, 22 de noviembre de 2009

¿Nos atreveremos a “decrecer”?

Maena Juan 

Vivir mejor con menos 

Últimamente leo y escucho esta famosa palabra cargada de contenido y que invita a una verdadera revolución, en nuestras mentes y en nuestras acciones concretas: “Vivir mejor con menos” “ Simplicidad voluntaria” “recuperar el sentido de la mesura...encontrar la felicidad en la convivencia con los demás y no en la acumulación desesperada de aparatos”.

Creo que esto no lo lograrán los gobiernos ( sean del partido que sean) porque están a las órdenes de la economía europea y mundial que va por otros caminos: comprar. consumir, para que la economía crezca , pero ¿A costa de quién y de qué? De los países más pobres y de la conservación del planeta Tierra. El desarrollo-crecimiento es una trampa. No puede salvarnos de la crisis actual, porque si seguimos con esta idea de desarrollo-crecimiento, necesitaríamos dos o tres planetas para poder vivir todos. ¿Cómo puedo pedir a los chinos que no compren coches si aquí tenemos casi todos/as?. Las personas que se quejan del carril bici es porque no están dispuestas a dejar de usar el coche o usarlo menos, a usar transportes públicos ( para los colegios y para la vida diaria aunque nos cueste alguna molestia) y a andar un poco más por Palma, la ciudad que debería ser peatonalizada como casi todas las ciudades civilizadas de Europa.

“La idea de crear una sociedad de “ decrecimiento” deriva de la certeza de que los recursos de la Tierra y los ciclos naturales no pueden sostener el crecimiento económico, la esencia misma del capitalismo y la modernidad” (Serge Latouche). Hay que decirles a los pueblos marginados que no deben ni pueden copiar el modo de crecimiento de los países del Norte, pero es claro que primero es necesario del decrecimiento del Norte para poder abrir alternativas en el Sur. El logo de esta corriente de pensamiento es el caracol: éste construye su concha añadiendo una tras otra las espirales cada vez más amplias; después cesa bruscamente y comienza a enroscarse esta vez en decrecimiento, ya que la sobrecarga de su concha le impediría sobrevivir ya que tiene unos límites fijados por su capacidad biológica (Ivan Illich).

Creo que las personas que deseamos un mundo más justo, tendríamos que empezar a poner en práctica estos conceptos que están apareciendo como valores cívicos necesarios para un mundo en paz ¿Quién se atreve a empezar?


Maena Juan
Rebelión
*Maena Juan es social de ATTAC Mallorca (www.attacmallorca.es)
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=95084 

Comentarios y FORO...

"La Iglesia no convive bien con la democracia"

Leonardo Boff - J. B. 

Leonardo Boff critica al papa Benedicto XVI por cerrarse al mundo 

La Curia vaticana boicoteó por dentro el Vaticano II", constata el teólogo brasileño Leonardo Boff, que la semana pasada visitó nuestro país. A sus 70 años, el ex franciscano aboga por una Iglesia "abierta al mundo", frente a la de Roma, que "no acepta aprender, sólo imponer sus tesis". 

Usted fue uno de los castigados por Ratzinger antes de ser Papa. ¿Cuál es su relación actual con Benedicto XVI? 

Simbolizamos otro tipo de Iglesia. Existen dos tradiciones en pelea: la del Concilio Vaticano II, la del diálogo; y la de Juan Pablo II y Benedicto XVI. Ellos no dialogan, no se abren al mundo: hacen críticas duras a toda la modernidad. Siguen la tesis de la única religión verdadera y eso, en una perspectiva de globalización, no es viable. 

¿Llega el mensaje de la Iglesia oficial a las masas? 

El problema está en que en Roma piensan que en la Iglesia sólo tienen cabida pocos, pero puros e intachables. Pues bien, en esa Iglesia hay pedófilos y corruptos. Es una Iglesia de élites, no es para la humanidad. El Cristianismo está abierto a todos los que quieran, se puede encarnar en muchas culturas, y al Papa le cuesta aceptar eso. En su opinión, la Iglesia resultó del encuentro de la cultura judía, griega y romana, y ahí se termina... No incorpora la tradición democrática moderna o socialista. 

¿Dónde está el problema? 

La Iglesia jerárquica no convive bien con la democracia. Es una institución totalitaria, machista... y la democracia no. La Iglesia es una institución piramidal que no acepta la democracia como forma de gobierno. En España lo están viviendo ahora: los obispos no van a aceptar que en la sociedad se discuta el aborto o la homosexualidad. Se imaginan portadores de la verdad única. 

En Europa, estamos viviendo una polémica sobre la retirada de los crucifijos de las escuelas. 

La decisión no tiene que venir de un juzgado, sino que tiene que madurar en la sociedad. Los símbolos tienen que ser de todos. Dicho esto, yo creo que el crucifijo es más que un símbolo, y no sólo para el cristiano. La cruz no es monopolio de la Iglesia: hoy, media humanidad vive crucificada. Por la industrialización, por la pobreza. 

La Iglesia, ¿ha desterrado el Concilio Vaticano II? 

El Vaticano II fue aprobado por los obispos del mundo entero, pero el aparato eclesiástico nunca lo aceptó. Siempre se opuso, y se resistió con dureza a Pablo VI. Después llegó un Papa de Polonia, conservador y con dificultades para aceptar el Vaticano II, y que encontró aliados en Roma. La Curia boicoteó por dentro el Vaticano II. 

Mientras Roma es implacable con los teólogos "progresistas", es más condescendiente con los más tradicionales. Se está viendo con la vuelta de los anglicanos o el diálogo con los seguidores de Lefebvre. 

El Papa trata a los conservadores con guantes de seda y a nosotros con puño de hierro. Dialogan como si fueran viejos amigos, y en realidad lo son. Benedicto XVI se entiende bien con ellos, mientras que a nosotros nos pone al lado de los subversivos. Pero somos nosotros los que estamos con los pobres.


Leonardo Boff - J. B.
Madrid - 14/11/2009
http://www.publico.es/espana/269743/iglesia/convive/democracia 

Comentarios y FORO...

sábado, 21 de noviembre de 2009

Libertad falaz

Pep Castelló

¿De qué son libres los pobres en el mundo que gobiernan los ricos?

Con motivo del veinte aniversario de la caída del muro de Berlín, durante unos cuantos días han abundado toda clase de comentarios en los que no faltaba la palabra “libertad”. Eso me ha traído a la memoria que hace algún tiempo difundí entre mis contactos un artículo de Frei Betto en el que elogiaba los logros sociales de Cuba. A una amiga monja le extrañó que Betto pudiese elogiar la actuación del régimen cubano puesto que «como todo el mundo sabe, en Cuba no hay libertad». Le pasé la pregunta a otra amiga monja radicada en América Latina, que conoce muy bien la realidad de Cuba y la de su patria grande, y esta me respondió: «cierto que hay cosas que se debieran mejorar; pero la falta de libertad de los ricos en Cuba es cosa de niños comparada con la que padecen los pobres en los países que gobiernan los ricos».

Una respuesta tan contundente no puede por menos que hacernos reflexionar sobre qué entendemos por libertad y qué por esclavitud, dos ideas que suelen evocarnos un imaginario de tiempos pretéritos y países lejanos, como si un ataque de presbicia mental nos impidiese ver la realidad que tenemos cerca.

Libre es solamente quien no está sometido a otro. Pero en modo alguno puede considerarse libre quien para subsistir necesita agachar la cerviz ante quien controla los recursos que le son necesarios.

En nuestra opulenta civilización occidental cristiana, libres son los amos del mundo, y nadie más. Y amos son quienes detentan la propiedad de la tierra, quienes controlan las finanzas, los recursos alimentarios de la población, los medicamentos y todo cuanto es necesario para la subsistencia. Pero también son amos quienes controlan los medios de información-desinformación de masas, los sistemas educativos, las ofertas de ocio, y todo cuanto contribuye a configurar la forma de pensar y sentir de la población, porque la esclavitud se forja en la mente de la persona. Quien le controla la mente controla todo su hacer.

A los pobres se les ha controlado siempre la mente. Siempre sus amos les han dicho qué debían pensar, qué debían hacer, cómo tenían que actuar, cómo comportarse, cómo vestirse, qué deben elegir, a quién tienen que votar... Y eso se lo han dicho siempre quienes no han pensado sino en sus propios beneficios, con desprecio absoluto del bien común y de la igual dignidad que todos los seres humanos tenemos por la sola razón de serlo.

Hoy los pobres del mundo, al igual que en tiempos remotos, son esclavos de los ricos. Poco importa que esa esclavitud no sea evidente para la mayor parte de la población, la cual no piensa sino en satisfacer sus necesidades más primarias, porque quienes sí piensan se dan de bruces con ella en cuanto intentan sobrepasar los límites que quienes mandan les tienen fijados.

Los amos del mundo y sus paladines se llenan la boca hablando de libertad y democracia. En un discurso más que dudoso se atreven incluso a contraponer libertad a equidad, como si necesariamente fuesen incompatibles. ¡Falso! La libertad y la equidad son inherentes a la naturaleza humana y solamente son incompatibles cuando prevalece el modo de pensar de quienes mediante la violencia se apropiaron de la tierra y de todos los bienes necesarios al resto de sus congéneres.

No vamos a entrar en demasiadas polémicas porque de poco sirven, pues cada cual ve lo que puede ver. Pero sí que merece la pena lanzar algunas preguntas que nos inquietan.

¿Tiene realmente la población pobre las mismas posibilidades que la rica para hacer respetar sus derechos en los países que se denominan democracias libres? ¿Tiene los mismos medios para cuidar de su dignidad humana, igual alimentación, igual sanidad, igual vivienda e igual educación que la rica? ¿Puede elegir entre los derechos que se le conceden y los que la sociedad concede a la población rica? ¿Puede la población pobre pactar en igualdad de condiciones con la rica las normas que rigen la vida ciudadana y las relaciones de trabajo? ¿Puede la población pobre subsistir sin que su trabajo sirva para procurar un mayor beneficio a la población rica? ¿Acaso no es la población rica quien establece las normas y la pobre quien las acata? Entonces, ¿puede alguien decirme de qué son libres los pobres en el mundo que gobiernan los ricos?


Pepcastelló

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Una historia épica: las hermanas negras

Leonardo Boff

Por un lado los blancos, dueños del poder, y por el otro los negros, convertidos en esclavos...

La Casa Grande y la Senzala no eran sólo construcciones sociales y físicas, que separaban por un lado a los blancos, dueños del poder, y por el otro, a los negros, convertidos en esclavos. Con la abolición de la esclavitud desaparecieron exteriormente, pero siguen estando presentes en la mentalidad de los blancos y de las elites brasileras. Las jerarquizaciones, las desigualdades sociales y los prejuicios tienen en esta estructura dualista su origen y su realimentación permanente.

La vida religiosa que se inserta en este caldo cultural reproduce en sus relaciones internas el mismo dualismo y las mismas discriminaciones. Durante todo el tiempo de la Colonia, los que poseían «sangre sucia», o sea, los que eran negros, indígenas o mestizos, no podían ser sacerdotes ni religiosos. Además del puro racismo, típico de la época, se argumentaba que ellos jamás conseguirían vivir la castidad. Esta discriminación fue internalizada en estas poblaciones deshumanizadas hasta el punto de que ni siquiera pensaban en ser curas, religiosos o religiosas.

Las consecuencias perduran hasta el día de hoy: escasez crónica de clero autóctono en Brasil. Por el número de católicos, deberíamos tener por lo menos cien mil curas. Tenemos sólo 17 mil y muchos de ellos son extranjeros.

Incluso con la revitalización de la Iglesia brasilera a través del proceso de romanización, inaugurado a finales del siglo XIX con la llegada de congregaciones religiosas europeas, las personas negras o mestizas continuaron siendo sistemáticamente excluidas. Pero hubo una ruptura inaugural: en 1928 la Congregación de las Misioneras de Jesús Crucificado, fundación genuinamente brasilera, de Maria Villa, una laica piadosa, apoyada por el obispo don Campos Barreto de Campinas, fue la primera en abrir la puerta de sus conventos a mujeres negras.

Así y todo, no escapó a la influencia de la Casa Grande y la Senzala mental: hubo una división clara entre las oblatas, hermanas negras o de poca instrucción, y las coristas, blancas y con instrucción. Hasta el hábito era diferente, azul y blanco para las coristas y negro para las oblatas. La misión de éstas, que constituían casi la mitad de la congregación, era servir a las coristas, acompañar sus trabajos y asumir todas las tareas domésticas de un convento, desde cocinar y lavar la ropa hasta mantener la huerta y cuidar de la cría de animales.

Durante cuarenta años fue así, hasta que se abrió la ventana del aggiornamento del Concilio Vaticano II (1962-1965): se abolieron las divisiones de tareas, unas en los trabajos manuales y otras en la vida apostólica. Como comentó don Odilon, obispo de Santos: «se acabó la esclavitud en la Congregación».

Esta historia ha sido recientemente investigada y escrita por las mismas religiosas negras bajo la orientación segura del p. José Oscar Beozzo con el título: Tejiendo memorias, gestando el futuro: historia de las hermanas negras e indígenas de las Misioneras de Jesús Crucificado (Tecendo memorias, gestando o futuro: história das Irmãs Negras e Indígenas das Missionárias de Jesus Crucificado, Paulinas 2009).

¿Cuál es la originalidad de este libro? Mostrar el lento despertar de la conciencia de las hermanas negras, de su identidad étnica, de sus valores específicos y de su espiritualidad singular, hecho a base de historias de la vida narradas por hermanas negras, historias de llorar, tal era el nivel de discriminación y de humillación.

Pero lo que transmite el libro no es amargura o espíritu de revancha. Al contrario, trata de rescatar la memoria de todo lo que se aprendió en esa penosa caminar, y lanzar las bases para un futuro más igualitario y respetador de las diferencias. Ellas muestran que la identidad negra no necesita ser trágica, sino que fue y puede ser épica: hecha de una sabia resistencia y del descubrimiento, lento pero seguro, de su propio camino de liberación. Las religiosas negras emergen como verdaderas heroínas y muchas de ellas con signos inequívocos de santidad. Así se supera una visión miserabilista de los negros y de las negras y se realza su inventiva, su capacidad de alegría interior, que se revela en la risa y en la fiesta, en la música y en la danza.

Este libro viene a llenar una laguna en la historiografía negra de la vida religiosa. Más que compasión suscita admiración, voluntad de conquista más que resignación. Su lectura nos edifica y nos hace humanamente más solidarios.

Leonardo Boff
http://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=355

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Ni Roma ni Copenhague

José M. Castillo

Está visto que las reuniones en la cumbre, que organizan los líderes mundiales al más alto nivel para resolver nuestros problemas, no sirven para nada. Lo venimos comprobando desde hace décadas. En este momento, cuando estoy escribiendo esta página, se está celebrando la reunión de la FAO en Roma, para resolver el problema del hambre en el mundo. Pues bien, durante los tres días que va a durar la reunión contra el hambre, mientras los reunidos disfrutan de los hoteles de mayor lujo en Roma, más de 60.000 niños habrán muerto de hambre. Todas las reuniones y afanes de la FAO no han conseguido, hasta ahora, frenar la escalada del número de hambrientos en el mundo. En menos de cuatro años, ese número se ha elevado de 800 millones a 1.020 millones. Y conste que estamos hablando de hambre severa, es decir, de seres humanos que tienen que vivir con menos de un dólar al día. Lo que significa que no pueden recibir el número mínimo de calorías diarias para poder vivir. Son, por tanto, más de mil millones de criaturas destinadas a una muerte segura y cercana.

Por otra parte, en vísperas de la anunciada reunión de jefes de Estado en Copenhague, para resolver el angustioso problema del cambio climático, ya nos han advertido los presidentes de Estados Unidos y China que no nos hagamos ilusiones. La cumbre será un fracaso. Porque los países que más contaminan no están dispuestos a disminuir las emisiones de CO 2, por más que las sequías y los huracanes, los tsunamis y el agotamiento de las energías no renovables nos amenacen a todos con desgracias y sufrimientos que seguramente no imaginamos.

¿Qué está pasando? ¿Dónde está la raíz y la explicación de un estado de cosas tan dislocado y tan irracional? Lo más inmediato y lo más evidente es que no hay voluntad política para tomar las decisiones que habría que tomar cuanto antes. Pero, ¿por qué esa falta de voluntad, en los responsables de la política y de la economía, para decidir lo que todo el mundo ve como lo más urgente y lo más necesario? ¿Es por maldad y egoísmo de quienes nos gobiernan?

Vamos a decir las cosas por lo claro. Los líderes mundiales - si es que quieren seguir ocupando los cargos que ocupan - no pueden hacer sino lo que están haciendo. Es verdad que unos escenifican mejor que otros esta macabra comedia de la política mundial. Por ejemplo, es evidente que Obama representa el papel de un buen presidente mejor que Bush. Pero también es cierto que, a fin de cuentas y en los asuntos verdaderamente decisivos para el mundo, Obama se pone de acuerdo con China exactamente lo mismo que lo hubiera hecho Bush. Con lo cual estoy diciendo que los problemas más graves relacionados con la pobreza y la muerte, la destrucción de la naturaleza y del mundo, y las causas de mayor sufrimiento para los más débiles, todo eso no se arregla quitando a quienes ahora nos gobiernan y poniendo a otros. Los que vengan seguirán haciendo lo que hacen éstos. Porque hay un problema de fondo que rebasa a todo posible gobernante que se ponga hoy a gestionar los más graves asuntos que en este momento afectan al mundo. ¿De qué se trata?

El problema consiste en que, de los 6.000 millones de habitantes que vivimos en el planeta tierra, 2.000 millones nos hemos habituado a un nivel de vida y de consumo que no es aplicable a los 4.000 millones restantes. Y no es aplicable por una razón muy sencilla: si los 6.000 millones se pusieran a consumir lo que consumimos los 2.000 millones privilegiados, que tenemos la sartén por el mango, es seguro que las energías de la tierra se agotarían en pocos años, quizá pocos meses. Si el consumo de 2.000 millones contamina hasta el extremo de que, por ejemplo, este año y a finales de noviembre tenemos temperaturas casi veraniegas, ¿es imaginable lo que ocurriría si las emisiones de CO 2 se multiplicaran por tres? La tierra da de sí para satisfacer la ambición y el egoísmo de unos pocos. Para la ambición y el egoísmo de todos no es posible.

¿Consecuencia? Los dirigentes políticos de los 2.000 millones privilegiados no tienen más remedio, si es que quieren seguir gobernando, que hacer lo que están haciendo. Porque saben que si tomasen las medidas restrictivas, que habría que tomar para repartir equitativamente la riqueza y las energías mundiales, perderían a la gran mayoría de sus votantes. Los privilegiados del mundo no estamos dispuestos a perder nuestros privilegios. Por eso votamos y votaremos a favor del que nos asegure mayor bienestar y más seguridad en ese bienestar, aunque sepamos que eso se hace a costa de negar el pan y el agua a los millones de criaturas que se mueren de hambre y de sed.

Por lo tanto, la tesis que yo defiendo - y creo que la defiendo con sólidos argumentos - es que los responsables últimos del desastre mundial que estamos viviendo somos todos. Todos los que votamos al que mejor satisface nuestras insatisfechas apetencias de vivir mejor. Lo normal y lo más generalizado es que la gente vota al que le da más garantías de bienestar y consumo, no al que promete repartir equitativamente nuestro bienestar con los que carecen de ese bienestar. Las políticas de bienestar tienen más éxito que las políticas sociales. Y no digamos nada si un aspirante a gobernar pusiera en su programa de gobierno que está dispuesto a remediar, ante todo, el hambre de los pobres a costa de que los demás ganemos menos y vivamos más austeramente. Al político que dijera eso, lo tomaríamos por loco.

Esto es así de claro y así de duro. Y de este estado de cosas son responsables, no sólo los políticos, los empresarios, los gestores del gran capital y hasta los sindicalistas. No esperemos, pues, la solución de los de arriba. Si quieren estar arriba, no pueden hacer sino lo que hacen, mientras los votantes no cambiemos de mentalidad y tomemos en serio que hay que programar nuestras vidas de otra manera: con menos ambición y más humanidad.


José M. Castillo
Artículo publicado el 20/11/2009 en diario de Granada IDEAL.

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